Este año se ha puesto en marcha un ambicioso y loable proyecto que tiene como objetivo conseguir un gran progreso en el conocimiento de las neoplasias malignas, y a partir de ello desarrollar nuevos métodos terapéuticos. El llamado Consorcio Internacional del Genoma del Cáncer está dirigido por Tom Hudson, desde el Instituto de Investigación Oncológica de Ontario, Canadá. Según este autor, se trata de un proyecto 25 veces más grande y complejo que el del genoma humano. Cada uno de los distintos países implicados en la iniciativa se centrará preferentemente en una enfermedad neoplásica intentando secuenciar el DNA tanto del tejido canceroso como de las células normales en 500 enfermos. Hay diez grupos ya comprometidos. Así, por ejemplo, el Reino Unido se dedicará al cáncer de mama, Australia y Canadá al cáncer de páncreas, China al adenocarcinoma gástrico, Japón al hepatocarcinoma de etiología vírica, India al cáncer oral, Francia al hepatocarcinoma ligado al alcohol y España a la leucemia linfática crónica. A medida que se vayan conociendo los resultados, los países participantes dispondrán de esa información relativa no tan sólo al proceso neoplásico en cuyo estudio están directamente implicados, sino de todos los demás.
La puesta en marcha del Consorcio constituye para mí un motivo de particular satisfacción. En primer lugar, me alegra profundamente que España se haya vinculado al proyecto, en una decisiva apuesta por fomentar la investigación. El proyecto está financiado con 10 millones de euros por el Ministerio de Ciencia e Innovación, a través del Instituto de Salud Carlos III. También me satisface el hecho de que la dirección la lleve el prof. Elías Campo desde nuestro Hospital Clínico y que en el mismo estén vinculados investigadores de gran prestigio científico como son los profesores Carlos López-Otín de Oviedo y Eugenio Santos de Salamanca, entre otros. Por último, no es menor mi alegría por el hecho de que el proceso neoplásico adjudicado a España sea la leucemia linfática crónica, a la cual mi grupo ha dedicado muchos años de investigación.
El inicio de las actividades se consolidó el pasado día 13 de Mayo de este año en Barcelona, donde coincidieron por primera vez 35 representantes de las instituciones implicadas: la Universidad de Oviedo, el Centro de Regulación Genómica de Barcelona, el Instituto Catalán de Oncología, el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, la Universidad de Deusto, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, el Banco Nacional de ADN con su sede en Salamanca, la Universidad de Barcelona y el Hospital Clínic de Barcelona.
Al cabo de 10 días, el profesor Elías Campo realizó una presentación pública del proyecto, así como las primeras líneas del trabajo. Efectivamente, ya se han seleccionado dos pacientes para su estudio genómico. En último término, el objetivo estriba no tan sólo adquirir un mejor conocimiento sobre la esencia de la enfermedad, sino a partir de ello desarrollar nuevos y mejores tratamientos. Este es en definitiva la esencia de toda tarea investigadora: conseguir resultados en beneficio de nuestro pacientes.