Los medios informáticos se han impuesto en nuestra sociedad de modo espectacular. Al empleo de los ordenadores personales en todos los ámbitos de la vida, incluidas las aulas de enseñanza primaria, se ha unido el uso generalizado del Internet que ha convertido el llamado ciberespacio en una aldea global. Y a los que estamos empeñados desde hace décadas en la tarea de publicar libros, se nos exige ya como condición inexcusable la era digital. En consecuencia, el conocido texto “Farreras-Rozman: Medicina Interna” que tengo el privilegio de dirigir desde hace más de 40 años se presenta no tan sólo en su versión impresa, sino que se encuentra ya en línea. La Editorial Elsevier encargada de su publicación ha apostado, además, por otra iniciativa, la llamada “Arena MIR”, una auténtica academia virtual al servicio de los graduados en Medicina que se enfrentan a la difícil prueba que les permita acceder a la formación especializada. Como consultor de ese proyecto acepté crear mi espacio electrónico personal, al objeto de incluir en el mismo las cuestiones relativas a la Educación Médica, así como las concernientes a la Asistencia Sanitaria, Investigación y otras afines.
El uso del Internet ha propiciado la proliferación de numerosas formas de red social que se conocen en inglés como chat, blog, facebook o twitter. Mi espacio electrónico pertenece a la categoría de blog. A pesar de mi amplia experiencia en el terreno informático que se remonta a la década de los 70 del siglo pasado y no consiste en ser un simple usuario de un PC, sino en una capacidad de programación relativamente compleja, reconozco que carecía de experiencia en el campo de las redes sociales. Al año de la creación de mi blog, deseo exponer algunas experiencias vividas.
No puedo ocultar que la publicación periódica de artículos, aunque sean breves, supone una notable esclavitud, puesto que obliga a una rígida disciplina. Sin embargo, el esfuerzo queda de sobras compensado. Aunque mi espacio electrónico personal no es de los que tengan un éxito social extraordinario, ha recibido a lo largo de 2009 cerca de 38 000 visitas, con un promedio de unos 110 al día. Sólo una pequeña proporción de mis lectores (89) consideraron oportuno enviar algún comentario. Sigo manteniendo la política de aceptarlos todos aunque discrepen de mis puntos de vista. Tan sólo me he visto en la obligación de rechazar dos: uno por manifiestamente injurioso y otro por no cumplir las mínimas condiciones de corrección gramatical.
Una de las satisfacciones experimentadas ha sido la variada procedencia geográfica de los comentarios. Aunque la mayoría vienen de España, alegra recibir mensajes de un estudiante ecuatoriano de Guayaquil, de un internista mejicano que ejerce en Sudáfrica, de una bibliotecaria de la Facultad de Medicina de Sinaloa (México), o de sendos lectores de Córdoba y La Plata de Argentina, de Chile y Venezuela. También me satisface el hecho de que siguiendo mi defensa del multilingüismo funcional no beligerante haya recibido comentarios no tan sólo en castellano, sino también en mi lengua materna, el esloveno, así como en catalán, una de mis lenguas de adopción.
Agradezco de modo especial las múltiples manifestaciones de afecto que he recibido por parte de mis pacientes, alumnos y discípulos, tanto presenciales como aquellos sobre los que ejercido el magisterio a distancia, a través de mis libros.
Estoy ilusionado en proseguir publicando artículos en mi espacio electrónico personal con periodicidad quincenal. No pretendo convertir mi espacio en un chat (tertulia). Pese a ello me permito animar a mis lectores a que envíen sus observaciones con mayor frecuencia, pues ello hará que este blog sea más vivo y entretenido.