El blog de Ciril Rozman

Reflexiones sobre la enseñanza de la Medicina: veintiun años después

Posted by 3321crb en febrero 1, 2011

Hace dos días pronuncié en la Real Academia de Medicina de Cataluña  el discurso reglamentario de principio de Curso con el título que figura en el enunciado.

Hace veintiún años tuve el privilegio de ingresar como miembro numerario en esta prestigiosa institución y también reflexioné sobre la enseñanza de la Medicina. Anteayer lo volví a hacer, sobre todo con la idea de establecer en cierto modo un estudio comparativo de nuestra situación.

En 1990 señalaba:”La enseñanza de la Medicina está de actualidad, no tanto por su excelencia como por sus defectos”. Y más adelante apunté: “Nadie duda de que la enseñanza de la Medicina está en crisis”.  Y añadía que esta había que entenderla en el contexto general de la crisis de la Universidad misma como institución, pero que en el caso de la Medicina se daban, además, motivos específicos e intrínsecos de este tipo de enseñanza. Para calificar nuestra situación actual, posiblemente podía empezar mi discurso con las mismas palabras. Pero preferí que lo hiciera otra persona. Hace un par de años ingresó en la institución ya referida como académico correspondiente un gran profesional, una excelente persona y un buen amigo Dr. Juli de Nadal i Caparà quien pronunció un discurso sobre “Cambios sociales y formación de médicos especialistas”. En uno de sus párrafos decía: “En el momento de preparar estas palabras, lo primero que he hecho es releer el discurso de recepción como numerario de esta academia del profesor Ciril Rozman, discurso pronunciado hace casi 20 años y dedicado a reflexionar sobre la enseñanza de la Medicina. Su análisis y sus propuestas, realizadas en una situación de crisis universitaria y de inestabilidad del sistema MIR, son hoy en día plenamente vigentes. Y es que desgraciadamente, muchos de los problemas planteados por el profesor Rozman aún no están resueltos”.

Mientras que en 1990 procedí a un amplio análisis de las tres fases de educación médica (grado, post-grado y formación médica continuada), en el discurso actual preferí concentrarme tan sólo en las que considero las tres reformas prioritarias considerando que de esta forma conseguía un mayor énfasis sobre su importancia: modificación del examen MIR, adaptación de los planes de estudio y establecimiento de un nuevo marco de colaboración entre los Ministerios de Educación y Sanidad.

La reforma más urgente consiste en convertir el examen de ingreso MIR en algo que valore realmente las capacidades de ser médico y no tan sólo los aspectos cognitivos. Hoy en día existe una unanimidad entre todos los sectores implicados sobre la necesidad de esta reforma, la cual está incluso prevista en la Ley de ordenación de profesiones sanitarias (LOPS) del 2003, pero de momento no se ha aplicado.

La segunda modificación imprescindible estriba en adaptar nuestros planes de estudio al proceso de Bolonia, consistente en la creación del Espacio Europeo de Educación Superior. Cuando se analizan las Facultades de Medicina de España que ya han procedido a tal adaptación, da la impresión que lo han hecho aplicando viejos modelos educativos más o menos disfrazados y que no han apostado por programas auténticamente nuevos como pueda ser el Plan de Estudios Orientado a la solución de Problemas (PEOP).

Finalmente, estoy absolutamente convencido de la necesidad de crear un nuevo marco de colaboración entre los Ministerios de Educación y Sanidad. A mi juicio, este debería ser de tipo estructural. Parto del principio general siguiente. Las funciones de cualquier universidad son dos: a) generar conocimiento por medio de la investigación y b) transmitir los conocimientos a través de  la docencia. En el ámbito biomédico   se añade a las dos mencionadas una tercera función, la asistencia. En algunas circunstancias, las tres se ejercen  de forma casi simultánea. Como conclusión de estos principios, considero necesaria una universidad diferenciada, la llamada universidad de ciencias de la salud sobre la cual he escrito bastantes artículos, o alguna estructura unificadora similar que permitieses gestionar les tres funciones universitarias en el campo biomédico: asistencia, docencia e  investigación, bajo una sola jerarquía.

 

 

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